Las expresiones artísticas como el dibujo, la pintura, el modelado, la escritura, la música y la danza, pueden usarse con fines terapéuticos, para ayudar a las personas que experimentan alguna crisis, trauma, enfermedad o que simplemente buscan conocer su interior y tener una vida más plena.

Estas características del ejercicio artístico, combinadas con metodologías que puedan dirigirlo a objetivos definidos, hace posible que, a través del arte, se generen procesos para el desarrollo de habilidades, el conocimiento de nosotros mismos y el desarrollo de nuestras capacidades humanas.